Hay días que se llenan
de preguntas y ausencias,
preguntas sin respuestas
y ausencias sin retornos.
Donde una imaginaria
libreta con recuerdos
deja volar sus hojas
en alas de nostalgia.
Son días despojados
de sonrisas y sueños,
que ensombrecen las horas
con su sopor absurdo.
En ellos, tercamente,
el hombre del espejo
quiere cruzar mis ojos
buscando algún rescoldo,
para intentar el soplo
que reanude la historia.