lunes, 30 de mayo de 2011

A veces, los días

A veces, los días
no se nos presentan
de un modo propicio
para la sonrisa
y nos encerramos
entre las paredes
ciegas, sin ventanas,
de nuestros desvelos.

A veces, los días
son una pregunta
que nadie contesta,
tan solo se escuchan
murmullos cual eco
de la incertidumbre.

En esos momentos
cada quien se aferra
del lugar que puede,
aguardando amaine
el viento que hiela,
aceitando esperas,
dibujando muecas
y buscando huellas
para encaminarse
de nuevo en la vida,
aunque a tientas sea.