domingo, 12 de septiembre de 2010

Si esta fuera la historia

Pongamos –por ejemplo-
que estuviera escribiendo
mi último poema.
Por la razón que fuera,
por haberse secado
la fuente de mis voces,
o porque la nostalgia
me agobia de tal forma
que no articulo nada
o tal vez, simplemente,
porque llegó la hora
de abandonar los pasos
que di sobre esta tierra..

Yo me preguntaría
si levanté las voces
y enarbolé banderas
en cada circunstancia
que lo justo exigía.
Si no ignoré lo ajeno
enfrascado en la prisa
de mi absurda rutina.
Sería lamentable
encontrar que el olvido,
la desidia, el silencio,
con su manto tan frío
cubrieron mis palabras.

También comprobaría
si pinté los paisajes
de mis mejores horas,
pues querría que aquellos
que siempre me acompañan
y los que casualmente
se acerquen a mi historia,
puedan ver y compartan
los destellos de dicha
que a lo largo del tiempo
me regaló la vida.

Finalmente querría
saber si es que le dije
con toda la ternura
y el caudal que merece,
lo que siento por ella
a la mujer que amo.
Saber
si pude dibujarle
tibiezas en el alma
o encontrarle sonrisas
donde no las hallaba
o crearle horizontes
o simplemente darle
un beso con palabras
para que lo tuviera
a gusto de sus ganas.

Si todas estas cosas
las tuviera cubiertas,
si enarbolé banderas
y pinté mis paisajes
y le entibié los ojos
a la mujer que amo,
estaría más tranquilo
en caso de que fueran
estas simples palabras
mi último poema.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querido amigo y poeta, puedes estar tranquilo, creo que todo eso lo tienes bellamente cubierto...
Si nosotros en la distancia y a veces ausencia disfrutamos tanto de tu enorme sensibilidad que raya a veces en la realidad más sublime, me imagino cómo pueden sentirte tus afectos cercanos, uff!
Me siento ampliamente identificada con tus versos, desde mi yo femenino, desde mis deseos, mis temores y mis pasiones.
Me robas como siempre un suspiro que me sale del alma.
Un beso.

Nur dijo...

pero no será tu último poema
no puede serlo, porque yo necesito leerte como el aire que me falta.
hubo un tiempo, donde también olvidé lo ajeno, y ahora miro y le veo sonreir dibujado en una botella de vodka... y aunque sangra la herida, no recuerdo ya cómo me hirió.
no me dejes sin tus letras Nes

Néstor Morris dijo...

Gracias Beatriz por recorrer mis pequeños intentos, reflexiones nomás, al aire hechas.

Néstor Morris dijo...

Nur
algo me enseñaste sobre la muerte
algo compartimos sobre lo ajeno ("ajeno?")
es todo tan cercano...