martes, 17 de febrero de 2009

No supo de mis manos



Él nunca supo de mis manos.
No conoció la canción que por él escribieron;
la misma que jugaron tantas veces,
haciendo rondas,
entre las cuerdas de mi guitarra;
en preludio a sonrisas
que perdieron su rumbo.
No supo si eran tibias y otorgaban sustento,
ni verlas remontando barriletes,
ni tantas otras cosas.
Apenas,
alguna vez, que se desperezaba,
pudo haberlas sentido
detrás del primer pétalo,
cuando todo era espera.

6 comentarios:

Arianna dijo...

No había leído este poema, me ha parecido tan bello y tan triste a la vez...Cariños, querido Néstor.

Néstor Morris dijo...

Arianna
Es triste, sin dudas.
Instantes que siguen produciendo dolor y preguntas sin eco.
Un abrazo.

arshi dijo...

Sin dudas,
si es triste,
asi me llego
a mi tambien!

Néstor Morris dijo...

Ariadna
como alguien dijo...no es triste la realidad lo que no tiene es remedio y ésto no lo tuvo ni lo tendrá en mi sentir.
Gracias por tu paso.

mabel casas dijo...

expresar el dolor
no es fácil
pero cuando se logra desde todos
los puntos humanos que lo hacés
es como estar más cerca
de esas manos
mostrándole lo que uno hace y no deja de sentir

cariños

Néstor Morris dijo...

Gracias querida Mabel por estar cerca de estos versos que nunca habría querido escribir, ni por mi ni por nadie.
Un abrazo, poeta.