sábado, 21 de febrero de 2009
martes, 17 de febrero de 2009
Lo mismo
No supo de mis manos
Él nunca supo de mis manos.
No conoció la canción que por él escribieron;
la misma que jugaron tantas veces,
haciendo rondas,
entre las cuerdas de mi guitarra;
en preludio a sonrisas
que perdieron su rumbo.
No supo si eran tibias y otorgaban sustento,
ni verlas remontando barriletes,
ni tantas otras cosas.
Apenas,
alguna vez, que se desperezaba,
pudo haberlas sentido
detrás del primer pétalo,
cuando todo era espera.
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