lunes, 10 de marzo de 2008
La última hoja
Aún no quiero caerme.
Soy la última hoja
y pienso resistir
a la escasez de savia,
al viento que me empuja,
y al curso lógico,
que dice que ahora mismo
debería hacerme parte
del cementerio que veo,
que mi futuro es ser pasado
ocre, natural alfombra de nutrientes.
Si tengo que bajarme
quiero hacerlo de noche.
Viajaré en la brisa
hasta el murmullo
que saluda a tus pies.
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14 comentarios:
No había tenido oportunidad de agradecer tu visita...
Es un agrado para mi leer tu poesía, muy bella por cierto la ultima hoja...
Saludos...
Tu poema simplemente bello. te dejo mi casa por si quieres visitarme
Romina (es ese tu nombre?)...nada que agradecer, ha sido un gusto pasar por tu espacio. Muchas gracias por estar acá.
Un abrazo.
Mucha
Gracias por tu lectura y parecer. Ha sido placentero pasar por tu espacio.
Un abrazo.
Las almas se juntan cuando están lejanas, dejando en palabras...lo que puede ser...la unión de las almas es muy importante, la de los cuerpos se tiene que ver
la unión de las almas es muy importante, la de los cuerpos se tiene que ver
...pero -de alguna manera- deben ir cercanos ambos caminos ¿no crees?
Un abrazo.
Gracias por dejar tus huellas en mi blog, siempre he relacionado a la mujer con la rosa, ninguna flor calza mejor.
Me gustó tu poema "La última hoja", quizás la vida nuestra tiene una semejanza, no queremos que llegue el otoño a nuestras vidas.
Un saludo cordial...
Gracias Sofía por brindarme tu reflexión y si...podemos hacer un parangón entre esa última hoja y nuestras últimas hojas.
Que tengas buen dia.
Si lo desea con tanto fervor, estoy segura de que así será. Bajará de noche con el beso de la luna...
Un abrazo
hola nestor estoy visitandote otra ves.cada ves mas sorprendida,es hermoso lo q escribis.me gusta mucho.
un abrazo gigante y fraterno.paz y bien.
Trini
es alentador y cálido tu decir.
Mil gracias.
Un abrazo.
Lourdes...
qué decirte?
Mil gracias querida amiga por tu generoso parecer.
Un fuerte abrazo, el de siempre.
Si hay algo que despierta siempre mi atención, son las hojas otoñales, con sus ocres intensos...Muy bello poema.
Un abrazo
Compartimos ese gusto Claudia.
La alfombra ocre, marrón, amarillenta tapizando el piso es un paisaje único.
Gracias por tu huella.
Un abrazo.
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