martes, 4 de diciembre de 2007
Como mata en la sierra
Estoy en la cornisa
de las ansias marchitas,
lacerado sin pausa
por mis viejas esperas.
Alli donde los límites
no saben de certezas
y la mirada pierde
el paisaje cercano.
Quise ubicar las sendas
que buscaban auroras,
resucité las alas,
las invité al milagro.
Imaginé que el viento
podría variar su rumbo,
para llevar mi proa
al punto del encuentro.
Pero no siempre alcanza
con entibiar un sueño
para verlo asomando
donde la risa ha muerto.
Hoy el tiempo es un témpano,
una jaula sin puerta,
un cielo a mis espaldas,
una gota golpeando.
Como mata en la sierra
me aferro a un breve espacio
viviendo del rocío
que encierra la mañana
y susurro un recuerdo
donde el vacío reina,
esperando que el eco
un día me lo vuelva.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Un poema para pensar, para admirar, para sentirse satisfecha de haberlo leído.
Besos y abrazos.
Poema que disfruta y agradece tu compañía, Yamilka.
Cariños.
resucité las alas,
las invité al milagro...
que lindo!!! hermoso poema, el milagro de la libertad.
Besos.
Todos deberíamos resucitar las alas...invitarlas a volar...no crees?
Mil gracias por tu paso, Claudia.
Un abrazo
Llega, de lejos me llega éste lenguaje cautivando, despertando profundidad y filosofía con un halo melancólico sin por ello romper la esperanza.
Te agradezco Néstor la oportunidad que me has brindado de leerte.
Recibe un gran saludos literarios.
Gracias a ti Inma por acercarte a estos versos con tu amable decir.
Un abrazo.
Publicar un comentario