sábado, 8 de octubre de 2011

Apuntes húmedos

Amaneció lloviendo.
Irregulares,
las veredas son un coro de charcos.
La gente, esclava de premuras,
los intentan salvar
con suerte esquiva.

El viento, parece entretenerse
en malograr propósitos de abrigo.

Hoy no se ven calandrias,
ni zorzales,
ni un modesto gorrión
hurgando el suelo.
Es octubre y seguro
deben estar cubriendo
el latir de sus nidos.

Amarillento
por la edad y el olvido,
un farol languidece
su monótona espera.

Camino mi rutina.
No descubro, en las caras que encuentro
un atisbo, siquiera, de sonrisa.
Tal vez, igual que las estrellas
algún manto de nubes las oculte.

5 comentarios:

Qymera dijo...

Llueve dentro de ti querido amigo.

Y dentro de tu lluvia florecen nostálgicos, solitarios casi lánguidos versos. Florecen es la clave. Llenos del corazón que palpita en cada gota que cae, llenos de ti regando las calles.

Un beso enorme que acompañe ese sonido palpitante.

Qymera dijo...

a ti: http://graffitismentales.blogspot.com/2011/10/el-otono-que-deja-caer-primaveras.html

Para tu otoño lluvioso

Dylan Forrester dijo...

Interesante y degustable poética.

Saludos :)

Néstor Morris dijo...

Qyмεяa,
gracias -como siempre- por acompañar el derrotero de mis pequeños vuelos. Es un placer contar con la cercanía de tu sensibilidad, tu afecto y tu palabra.
Besos

Néstor Morris dijo...

Muchas gracias Jorge por pasar y dejar tu palabra de aliento. Un abrazo.