lunes, 24 de enero de 2011

Penumbras


Me he perdido en la noche de la gente sin abrigo
y quebré la mirada de tanto estremecerla.

Mis manos melancólicas no saben
el camino a seguir para soltarse
porque no hay previsible por delante.

Aunque seguramente siguen naciendo flores
entre las ruinas que dejé a mis espaldas,
a orillas de un café, mi voz ignora
que palabra decir sin recordarla.

7 comentarios:

Qymera dijo...

en los abismos, amigo, hermano, alma gemela, he encontrado que al mirar hacia arriba . . .
el firmamento esplendoroso es todo, todo nuestro, aún cuando nos pensamos desolados.

así pues firmo con besos de polvo de estrellas

Qymera dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Néstor Morris dijo...

Qyмεяa
Tantas veces miré ese firmamento...muchas buscando una respuesta que jamás llega.
Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Maravilloso, Néstor.

Hacía tiempo que no te leía.

Tu poesía es un placer.

Besos
Ana

Néstor Morris dijo...

Ana...
Qué enorme placer es encontrarse con los viejos amigos...
Gracias por tu estela.
Un beso.

Concha Vidal dijo...

"...porque no hay previsible por delante."

¿Y qué mejor que lo imprevisible Néstor?
La magia de lo inesperado, el momento que de pronto aparece, todo eso, mejor que lo conocido, lo esperado, lo sabido.

Un abrazo grandote.

Concha dixit.

Néstor Morris dijo...

Concha
que lo imprevisible no garantiza lo bueno...si te mata, bueno...pero si quedas tullido... ;)
Un abrazote, Pastora.