martes, 17 de febrero de 2009

No supo de mis manos



Él nunca supo de mis manos.
No conoció la canción que por él escribieron;
la misma que jugaron tantas veces,
haciendo rondas,
entre las cuerdas de mi guitarra;
en preludio a sonrisas
que perdieron su rumbo.
No supo si eran tibias y otorgaban sustento,
ni verlas remontando barriletes,
ni tantas otras cosas.
Apenas,
alguna vez, que se desperezaba,
pudo haberlas sentido
detrás del primer pétalo,
cuando todo era espera.

6 comentarios:

  1. No había leído este poema, me ha parecido tan bello y tan triste a la vez...Cariños, querido Néstor.

    ResponderEliminar
  2. Arianna
    Es triste, sin dudas.
    Instantes que siguen produciendo dolor y preguntas sin eco.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Sin dudas,
    si es triste,
    asi me llego
    a mi tambien!

    ResponderEliminar
  4. Ariadna
    como alguien dijo...no es triste la realidad lo que no tiene es remedio y ésto no lo tuvo ni lo tendrá en mi sentir.
    Gracias por tu paso.

    ResponderEliminar
  5. expresar el dolor
    no es fácil
    pero cuando se logra desde todos
    los puntos humanos que lo hacés
    es como estar más cerca
    de esas manos
    mostrándole lo que uno hace y no deja de sentir

    cariños

    ResponderEliminar
  6. Gracias querida Mabel por estar cerca de estos versos que nunca habría querido escribir, ni por mi ni por nadie.
    Un abrazo, poeta.

    ResponderEliminar