
de manera imprevista,
se enhebran sobre un hilo
proclive a nuestras ansias,
imágenes, diálogos,
diversos escenarios,
donde jugamos actos
ajenos a lo cierto.
Y aunque sea instantes
efímeros de dicha,
nos quedamos en ellos
como mudos partícipes,
detrás de una sonrisa
complaciente e ingenua.
Bueno, de momento, sé feliz en este 2011, y en el 12 y en el 13 y así hasta el nueve mil novecientos noventa y nueve.
ResponderEliminarMientras, las gaviotas siguen gruñendo.
Gracias Vidal (diría la Bleti). Lo mismo deseo para ti y los tuyos.
ResponderEliminarFelicidades pues.
Que lindo Poeta Amigo, aquí ando visitandolo un abrazo
ResponderEliminarEma, querida amiga, es un placer saber de tu paso.
ResponderEliminarCariños.