
El coro de colillas
colmando un cenicero,
hablaba de la espera
sin respuesta.
A su lado, un pocillo
con restos de café,
también era testigo
de los momentos idos,
guardando algún secreto
entre los labios.
En una servilleta palpitaban
un par de garabatos,
que no llegaron
a parir palabras.
joder
ResponderEliminarpor cual agujero me estabas mirando?
Estábamos en el mismo bar
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